Son abrumadores los datos que recientemente han surgido del informe de Movimiento Natural de la Población del Instituto Nacional de Estadística (INE), respecto de la cantidad de niños que han nacido de madres solteras. Es la primera vez que en nuestro país son más los niños que nacen fuera del matrimonio.
Las cifras han demostrado que, durante el año 2022, no sólo disminuyó la cifra de nacimientos en relación al año anterior, sino que además, de las 329.251 mujeres que han dado a luz, el 50,14% no estaba casada. Esto indica que, por primera vez, el número de madres solteras supera a las casadas.
Otros datos que también son llamativos, es que, por ejemplo, han nacido menos hijos por mujer y que hubo un 11% más de madres mayores de 40. También se registró un aumento en el número de bodas.
Pero, volviendo al tema principal, si se comparan los datos del 2009 con los del 2022, se puede ver que, en ese año, el número de madres casadas era un 10% más que las solteras y que, en el 2021, fue solamente de un 1,6%.
La sociedad no puede mirar para otro lado y desentenderse de esta situación. El llamado a la reflexión y a tomar cartas en el asunto debe ser contundente. Es necesario que pensemos profundamente en la importancia de la familia como célula básica de la sociedad.
En conclusión, lo que toda esta información refleja, es que la sociedad se ha vuelto más materialista, poniendo como prioridad el éxito profesional o económico, optando no sólo por tener menos hijos, quizás, para que no molesten en ese camino, sino también, retrasando la maternidad hasta lo máximo posible.
Nuestros niños necesitan un entorno familiar que los ponga en un lugar prioritario y que les otorgue seguridad para desarrollar sus capacidades al máximo.
Foto: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mar%C3%ADa_Luisa_Puiggener_Madre_e_hija_1901.jpg?uselang=es
