Una juventud inesperadamente conservadora, especialmente en los Estados Unidos, está emergiendo y desafiando a la modernidad que abrazaron sus abuelos. Esta ola conservadora es un signo de esperanza en medio del caos moderno.
Están surgiendo jóvenes que, contra todo pronóstico, se muestran más conservadores que sus padres e incluso que sus abuelos.
¿Cómo es posible? ¿Qué es lo que ocurre?
Para entender este fenómeno, tenemos que retroceder un poco en el tiempo.
A finales de los años 60, el mundo fue testigo de una auténtica revolución cultural. El año 1968 se convirtió en un hito, símbolo de un cambio radical en la sociedad occidental. Fue la revolución del «está prohibido prohibir», cuando la modernidad parecía ser la respuesta a todos los problemas.
Los derechos humanos, el progreso tecnológico e incluso la llegada del hombre a la luna se consideraron pruebas de que el mundo estaba «alcanzando la mayoría de edad», en palabras del teólogo Bonhoeffer. Y, por supuesto, la Iglesia católica también se vio afectada por esta oleada de cambios.
El Concilio Vaticano II, celebrado entre 1962 y 1965, fue la respuesta de la Iglesia a esta nueva realidad. Trató de acercarse al mundo moderno, adoptando una liturgia más accesible, en lengua vernácula, con menos énfasis en la trascendencia y más centrada en las personas. Se trasladaron los altares, los sacerdotes empezaron a celebrar la misa de cara al pueblo y la música sacra dio paso a melodías más profanas.
La intención era clara: hacer la Iglesia más relevante y cercana a la nueva realidad. Una Iglesia abierta al mundo moderno, abierta a la modernidad.
Pero ahora, 60 años después, está ocurriendo algo inesperado. Una generación de jóvenes de entre 20 y 30 años rechaza esta modernidad. Están haciendo una «marcha atrás» con respecto a sus abuelos, buscando un retorno a la tradición, a los valores familiares, al matrimonio entre un hombre y una mujer, y a la valoración de una vida espiritual más profunda.
Recientemente, el Catholic Herald publicó un fascinante artículo que ilustra este cambio.
Llama la atención el titular: “¡Socorro! Siempre estoy discutiendo con mi nieta, que es una apasionada del rito tridentino y quiere ‘volver atrás en el tiempo’”.
En el artículo, un abuelo preocupado cuenta a un sacerdote anónimo cómo creció antes del Concilio Vaticano II, frustrado con la Iglesia por no seguir al pie de la letra el espíritu de las reformas. Sólo recientemente, con el Papa actual, ha recuperado la esperanza. Pero ahora, su nieta, una joven entusiasta del rito tridentino, el antiguo rito de la misa en latín quiere «volver atrás en el tiempo». Para él, la pasión de su nieta por el tradicionalismo es desconcertante e incluso incomprensible.
¿Y cuál fue la respuesta del sacerdote?
Comienza con una observación perspicaz: al imponer restricciones al rito antiguo, el Papa Francisco no imaginaba que muchos jóvenes, como la nieta de este abuelo, abrazarían el rito con tanto entusiasmo.
Es curioso, ¿verdad?
Lo que debería ser un rito para ancianos atrae a los jóvenes. Algunas parroquias incluso bromean llamando a las misas tradicionales «misas de los jóvenes» para eludir la prohibición de anunciarlas públicamente.
El sacerdote explica a continuación que, mientras los católicos de más edad suelen hablar con alegría de la modernización de la Iglesia tras el Concilio Vaticano II, muchos jóvenes de hoy ven esta modernidad como algo que ha distorsionado el cristianismo.
Para ellos, el mundo moderno es el problema, no la solución.
Sienten que la modernidad, con toda su libertad, ha dejado la vida sin dirección, vacía de sentido y llena de confusión, como la explotación sexual y la ruptura de la familia.
Y precisamente por eso estos jóvenes buscan algo más antiguo y profundo. Ven en la tradición de la Iglesia un ancla espiritual, algo que les ofrece estabilidad y trascendencia en un mundo que parece desmoronarse.
Resumamos y reflexionemos un poco sobre esto.
El mundo en que vivimos hoy es muy distinto del de los años sesenta. Entonces, la modernidad se veía como algo positivo, una ruptura necesaria con el pasado para un futuro mejor.
Pero 60 años después, muchos jóvenes se sienten desencantados con los resultados. La modernidad, que tanto prometía, ha traído consigo retos que sus abuelos no podían prever: desde problemas medioambientales hasta el auge de la inteligencia artificial y las crisis de salud mental.
Este desencanto con el mundo moderno ha llevado a muchos jóvenes a buscar refugio en lo que consideran una verdad inmutable. Como dijo el filósofo David Bentley Hart, “una sociedad es verdaderamente moderna en la medida en que es pos cristiana”.
Y para muchos de estos jóvenes, la modernidad es vista como algo que destruye la fe, que convierte el culto en algo estéril y vacío.
El sacerdote del Catholic Herald señala que, en lugar de sumirnos en la incredulidad, como hacen muchos jóvenes, deberíamos alegrarnos por estos jóvenes que encuentran refugio espiritual en la tradición de la Iglesia.
La nieta del preocupado abuelo no está simplemente «retrocediendo en el tiempo»; está buscando una respuesta a las libertades e ideologías anticristianas que considera perjudiciales. Y eso, según el sacerdote, merece comprensión, no juicio.
Este diálogo entre abuelo y nieta es un reflejo de las tensiones que vemos hoy dentro de la propia Iglesia. La rapidez de los cambios en el mundo exige una mayor comprensión entre las generaciones. Los mayores deben reconocer por qué esos mismos cambios parecen ahora inadecuados para transmitir los misterios de la fe.
Al fin y al cabo, estamos en 2024, más lejos del año revolucionario de 1968 que del pontificado de San Pío X. El sacerdote concluye con una provocación: quizás, lejos de ser retrógrada, esta juventud conservadora está en realidad en la vanguardia profética de la Iglesia.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
Quizá ha llegado el momento de reconsiderar el papel de la tradición en nuestras vidas. Estos jóvenes nos están mostrando que, en tiempos de incertidumbre, la búsqueda de algo sólido y trascendente puede ser la respuesta.
Ignacio García Toledo
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ekPJZZa_qmc
Foto: Captura de pantalla YouTube – Concealed by a Veil, Meaning Revealed