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66 millones de almas que nunca vieron la luz del día.

Es un número que no lo podemos imaginar, porque supera el número de la población de algunos países. Es escalofriante la cantidad de seres humanos inocentes que los mismos humanos matamos. Somos la única especie que nos extinguimos a nosotros mismos.

Este dato fue dado a conocer por el congresista pro vida Chris Smith en el Desayuno Nacional de Oración Católica. El mismo, dijo que “el aborto se ha convertido en un arma de destrucción masiva”.

Es por ello que hizo especial hincapié en la labor de una de las activistas pro vida más importantes, llamada Marie, quién sostiene siempre la importancia de la oración como arma de combate para contrarrestar semejante cantidad de asesinatos. Ella formó parte de delegaciones de la Santa Sede en la ONU y además, fundó la Red Parlamentaria para Cuestiones Críticas.

En el evento se recordaron las palabras de San Juan Pablo II: “no se cansen de proclamar con firmeza la defensa de la vida desde su concepción, y no se desanimen en el compromiso de defender la dignidad de cada ser humano con valiente determinación”.

También, recordaron las tremendas cifras que azotan solamente a los Estados Unidos desde 1973, cuando se aprobó el aborto, un número que alcanza los 66 millones de bebés. Por ello, llamaron a hacer públicos los procedimientos brutales que se llevan a cabo para destruir el niño en el vientre materno, ya que implican altos riesgos para la vida de las madres.

Como dato bueno y alentador, anunciaron que desde la revocación del fallo de Roe v. Wade, surgieron leyes en la mitad de los estados del país, que protegen a los no nacidos, de esta manera, se salvaron más de 200.000 vidas en dos años.

Durante el evento se hizo especial hincapié en dejar de financiar a las organizaciones abortitas, como lo es Planned Parenthood, que son una máquina de matar inocentes. A su vez, llamaron a dar sostén a las mujeres en situación de vulnerabilidad, que muchas veces quedan embarazadas y no saben en quién confiar o de quién recibir un sostén, tanto emocional como económico.

Para finalizar, recordaron las palabras de Santa Teresa de Calcuta “cualquier país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar cualquier tipo de violencia para obtener lo que desean. Por eso, el mayor destructor del amor y la paz es el aborto”.

Fuente: https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=51766

Foto: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chris_Smith_(20755109574).jpg

Gage Skidmore from Peoria, AZ, United States of America, CC BY-SA 2.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0, via Wikimedia Commons

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