En esta ocasión, hemos creído importante dar luz sobre un asunto del que poco se habla: las consecuencias psicológicas y emocionales de las personas que rodean a los pacientes que recurren a la eutanasia. En esta ocasión, conoceremos los testimonios tanto de familiares como de médicos.
José Díaz, un joven de 33 años, oriundo de Huelva, recurrió a la eutanasia ya que padecía una necrosis cerebral. El testimonio de sus allegados ha sido desgarrador, confesaron estar “rotos” y con “sentimientos encontrados”, “se ha marchado agarrado a nuestras manos”, expresaron desolados.
No sólo son los familiares los que sufren las consecuencias de semejante decisión tan inhumana, sino también los médicos, formados para salvar vidas y no para eliminarlas tan cruelmente.
Es por ello que hay gran cantidad de médicos que se declaran como objetores de conciencia, lo cual genera trabas a la hora de aplicar esta ley tan tenebrosa. Por ejemplo, es el caso de Andalucía, región en la cual Catalina García, la consejera de Salud y Consumo, reveló que los médicos de allí son objetores de conciencia. Razón por la cual, reclaman que la Ley sea modificada.
Existe una solución más humana, que es poner en práctica una Ley de Cuidados Paliativos, que funcione de igual manera en todo el país. Una solución que puede ser fundamental para evitar las consecuencias psicológicas sobre los médicos y los pacientes de los familiares que recurren al horror de la eutanasia.
Dicho proyecto continúa trabado, a pesar de los diferentes reclamos realizados. Hay algunas regiones que han anunciado que pondrán en práctica su propia legislación al respecto, como es el caso de La Rioja.
Pongamos a la vista lo que tienen que padecer los médicos que están a cargo de violar su juramento Hipocrático.
Para llevar a cabo la eutanasia, es necesario pasar un proceso que consta de diferentes etapas. Comienza con la recepción de la solicitud, continúa con el trámite médico y burocrático y el cierre. Todo el procedimiento resulta sumamente estresante y angustiante para los profesionales de la salud que deben ejecutar la Ley.
La revista científica “Gaceta Sanitaria”, perteneciente a la Sociedad española de Salud Pública y Administración Sanitaria, ha publicado un estudio donde revela todos los conflictos a los que están sometidos los médicos encargados de la aplicación de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia.
El principal problema es el estrés burocrático – administrativo, que surge “de una ley garantista, con verificación previa y posterior”. Además, hacen referencia a los llamados “casos fronterizos”, los cuales aumentan de gran manera los niveles de presión. En muchos casos, surgen dudas morales y problemas de conciencia.
Como reflexión final, se puede afirmar que si la aplicación de una Ley genera tantas complicaciones y conflictos de conciencia entre las personas que la tienen que aplicar o beneficiarse de ella, deja en claro que no es un asunto que pueda hacerle un bien a la sociedad en general. Estamos hablando claramente de una ley que es antinatural en su totalidad, así como lo es la Ley de aborto.
La falta de fe y de vida religiosa de las personas y de las familias, están generando una sociedad fría y despiadada, que nos hace creer que crear leyes para matar es algo beneficioso para todos.
Los resultados y las consecuencias en las personas, demuestran que seguimos siendo seres humanos y que no hace bien al alma ser parte del grupo de personas al que le toca decidir quién merece vivir y quién no.
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