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Gozo en el cielo por el bautismo de Verónica, a sus 38 años

La web de la Arquidiócesis de Oviedo publicó hace unos días, con profunda alegría, el testimonio de Verónica Vázquez, quien a sus 38 años recibiría los sacramentos de Bautismo, Primera Comunión y Confirmación.

Ella proviene de una familia formada por un padre ateo y una madre católica, pero que decidieron no bautizar a sus hijos, para que sea una decisión tomada por ellos en su adultez.

A continuación será transcrito el testimonio de conversión de Verónica:

«La inquietud en sí comenzó hace unos siete años. Aunque desde pequeña siempre tuve fe, acudía a Dios o rezaba a pesar de no estar bautizada. En mi casa mi padre, completamente ateo, y mi madre todo lo contrario. De hecho cuando nació mi hermano mayor se decidió en la familia no bautizarlo, mi madre le ofreció a la Virgen porque tenía temor de que le pasara algo por no estar bautizado».

«Yo toda la vida creí y recé a mi manera porque nunca tuve una formación religiosa, ni en el colegio porque tampoco estudié la asignatura de Religión. Mi abuela materna, que era muy creyente, siempre me decía ‘me voy a morir sin verte bautizada’, pero yo siempre le respondía que eso tenía que ser un paso a dar cuando me naciese, no podía ser, por así decirlo, una imposición, aunque yo tenía esa creencia o esa fe. Hará siete años empecé a darle vueltas, pero no sabía por dónde tirar ni a quién dirigirme».

Según cuenta, el desencadenante de tomar la decisión definitiva, fue la conversión de un compañero de su trabajo: «Yo vi el cambio en él, lo conocía de antes, y siempre fue muy buena gente, pero desde ese momento lo vi como transformado y pensaba que me dejaba impresionada de su actitud, porque es la bondad en persona. Él es quien me hizo dar el paso definitivo, lo veía y me decía ‘es un señal que alguien me lo puso aquí en este momento’, porque, ¿por qué tuvo que surgir esto así?», contó.

«También recordé que cuando falleció una amiga mía, en el funeral, en la iglesia, yo pensaba que si me pasaba a mí algo, ¿dónde iba a ir? Sentía cada vez la necesidad de pertenecer a la Iglesia y de bautizarme. Cuando comenté esto con mi compañero, él me presentó al padre Manuel y comencé el catecumenado en la parroquia de Hevia».

«La mayor sensación que tengo es alegría, que he conseguido mi meta de pertenecer, de unirme a la Iglesia. No sé explicar lo que siento, pero es una sensación como de paz: voy a conseguir lo que quiero y luego seguiré en el camino de la Iglesia. Lo que más pena me da es no haber podido hacerlo antes de que mi abuela falleciera. Pero desde donde esté espero que me vea y disfrute el día igual que yo. Siempre nos decía que era la mayor alegría que le podíamos dar. Mi hermano, el mayor, sí que pudo hacerlo y recuerdo su cara de felicidad en la iglesia».

Anhelamos profundamente que este maravilloso y valiente testimonio sirva de inspiración para aquellas personas que se encuentran en una situación similar a la de Verónica y se animen a tomar la decisión de recibir el sacramento del Bautismo.

Fuente: https://www.religionenlibertad.com/espana/583761135/de-padre-ateo-veronica-creia-no-podia-formarse-bautizara-oviedo-38-anos-.html

Foto: Captura de pantalla página web de la Archidiócesis de Oviedo

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