España tiene la gracia de tener una de las grandes santas del S.XX, la Madre Maravillas de Jesús, carmelita.
Ella nació en Madrid, en el seno de una familia noble y muy religiosa, un 4 de noviembre de 1891. Compartía su habitación con su abuela materna, con quien asistía diariamente a la Santa Misa y colaboraba en su formación. Es por eso que, desde muy pequeña, sintió el llamado a la vida religiosa. Tenía nada menos que 5 años cuando decidió hacer el voto de castidad.
Pero no fue fácil cumplir su misión de adentrarse prontamente al Carmelo, ya que la Providencia tenía para ella otra tarea que cumplir con anterioridad. Su padre y su abuela murieron en 1913 y, como sus hermanos ya estaban casados, tuvo que quedar al cuidado de su madre.
Su ardiente deseo de entrar a la vida religiosa, no pudo ser realizado sino hasta 1919, cuando consiguió el tan anhelado permiso de su madre y su director espiritual. ¡Tenía 27 años! Esto sucedió luego de un viaje a Covadonga, en el que le pidió fervorosamente a Nuestra Señora que el permiso le sea otorgado. El pedido fue amorosamente oído.
Siempre tuvo un profundo amor al Sagrado Corazón de Jesús. Es una devoción adquirió un gran impulso y difusión a partir de las revelaciones de Nuestro Señor a Santa Margarita María Alacoque entre 1673 y 1675 en Francia. El Señor advirtió a esta santa sobre los pecados y ofensas del mundo a Su Corazón, pidiendo oración y penitencia en reparación.
No es casualidad que, ese mismo año, haya sido inaugurado en el Cerro de los Ángeles, un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Dicha idea surgió luego del Congreso Eucarístico Internacional, que había sido llevado a cabo en Madrid en 1911. El mismo finalizó con la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús y la posterior construcción del monumento.
La Madre Maravillas ingresó en el Carmelo de El Escorial y, fue allí, mientras adoraba al Santísimo, que recibió la inspiración de fundar un Carmelo en el Cerro de los Ángeles. El monumento estaba erigido, pero era un lugar de muy difícil acceso, por lo que la creación de un convento allí, iba a convertirse en un lugar de veneración al Sagrado Corazón. Y así fue.
En 1926 el Carmelo del Cerro de los Ángeles fue inaugurado, siendo nombrada como priora la Madre Maravillas y el mismo atrajo gran cantidad de vocaciones. Lamentablemente, diez años después, en 1936, estalló la Guerra Civil, las monjas tuvieron que abandonar el Carmelo y el monumento fue destruido por los republicanos.
Al finalizar la guerra, en 1939, luego de varias peripecias, pudieron regresar al Carmelo del Cerro de los Ángeles y comenzar las reparaciones del mismo. Mientras que, en 1944 comenzó la construcción de un nuevo monumento al Sagrado Corazón, inaugurado en 1965.
La Madre Maravillas fue una gran mística, pero además llevó a cabo vastas obras de caridad en favor de la comunidad, principalmente de los más necesitados. Fundó otros Carmelos, una escuela, un colegio y creó casas para personas sin recursos.
El Señor, a través de sus revelaciones a Santa Margarita María Alacoque, pidió que la devoción a Su Sagrado Corazón sea difundida a todas las generaciones. Además, dejó grandes promesas para quienes oigan su pedido. La Madre Maravillas fue una fiel defensora y difusora de esta tan especial petición del Señor, confiando siempre en Su voluntad. Muestra de su total abandono a la Providencia es su frase emblema: “Lo que Dios quiera, cuando Dios quiera y como Dios quiera”.
Fuentes:
https://www.tesorosdelafe.com/articulo-249-santa-maravillas-de-jesus
Foto: Colección Privada.