Pareciera una broma de mal gusto, pero dentro del cinismo en el que actualmente vivimos, un grupo de investigadores suizos intentó comprobar que la eutanasia reducía el suicidio convencional entre los pacientes con cáncer.
Sabemos perfectamente que la eutanasia no es otra cosa que una manera menos violenta de referirse al suicidio. Es una palabra que se la utiliza para normalizar el horror del suicidio.
Lo que quisieron comprobar con su estudio, es que la legalización de la práctica de la eutanasia iba a reducir los suicidios convencionales en los pacientes con cáncer. Eso sucedió.
“El trabajo, dirigido por Uwe Güth, Cristoph Junker, Bernice Simone Elger, Constanze Elfgen, Giacomo Montagna y Andres R. Schneeberger, y publicado en Cancer Medicine, partía de la base de intentar probar la hipótesis distribuida por los partidarios de la eutanasia de que esta práctica ayuda a prevenir los casos del suicidio convencional.”
Según los datos de la Oficina Federal de Estadística de Suiza, entre 1999 y 2018, hubo 30.756 suicidios, de los cuales 22.018 fueron “convencionales”. El resto, 8.738, fueron muertes por “suicidio asistido”. De estos últimos, el 41% sufría cáncer, mientras que de los primeros, sólo el 3,8%. Afirmaron que “la suposición de que con la opción cada vez más accesible de suicidio asistido para pacientes con cáncer, el suicidio convencional se convertiría en superfluo, no puede confirmarse”.
Por otro lado, mientras que en España se intensifica el desprecio por la vida, en el otro extremo del mundo, en Japón, la eutanasia es ilegal. Existen médicos como Fumio Yamazaki, de 75 años, quién en los años 70 comenzó a ver que los pacientes con cáncer terminal no eran atendidos con la dignidad y los cuidados que merecían. Entonces, comenzó a acompañar a los pacientes con cuidados paliativos hasta el último momento de sus vidas, argumentando “(…) quiero que mis pacientes vivan con dignidad hasta el final. Que puedan despedirse de sus seres queridos y hacer las paces”. Asistió a más de 2.500 personas y hoy en día continúa con su labor.
En conclusión podemos destacar que el suicidio asistido esta presentado como una solución más humana pero el fin es el mismo, la muerte sin sacramentos ni asistencia espiritual de ningún sacerdote. Terminar de manera antinatural con el don de la vida, de cualquiera de las dos formas es extremadamente violento, terrorífico y ofende a Dios.
Fuente: https://www.eldebate.com/sociedad/20230818/fracaso-eutanasia-datos-muestran-no-reducido-suicidio-entre-pacientes-oncologicos_134431.html https://www.eldebate.com/sociedad/20230827/fumio-yamazaki-medico-enfermo-terminal-visita-pacientes-de-paliativos-luchar-eutanasia_135870.html
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